A lo largo de nuestra historia, han ocurrido tres importantes movimientos estudiantiles que han dejado huella en nuestra Universidad, el de 1968, el más trágico; el de 1999, y el más actual, el de 2018. Los tres se han caracterizado por el surgimiento de fuertes exigencias por medio de pliegos petitorios, para que éstas sean atendidas y resueltas por la UNAM. Por lo tanto, el objetivo de este texto es observar de qué manera han cambiado los pliegos petitorios a lo largo de estos tres grandes movimientos, pero enfocándonos en el del 68, debido a la gran cantidad de violencia que vivieron los estudiantes. La postura que se sostendrá es que, aunque los pliegos tengan diferentes exigencias, lo que tienen en común son los puntos dedicados a solucionar problemas de violencia.
El año de 1968 marcó no sólo al país, sino a todo el mundo. En otros países también se presentaban movimientos por parte de los estudiantes, como en Estados Unidos, en contra de la Guerra de Vietnam, o en Francia, en donde se llevó a cabo una cadena de protestas, conocido como Mayo francés. Sin duda, fue el movimiento que más tuvo influencia de los problemas que se vivían en el mundo. México, en ese año, fue la sede de los Juegos Olímpicos; sin embargo, eso no impidió a los estudiantes levantarse y exigir justicia después de que los granaderos intervinieran violentamente en el enfrentamiento entre estudiantes de la UNAM y el IPN; y contra el ejército, que posteriormente tomó varias prepas y vocacionales, y sobre todo, violó la autonomía de nuestra universidad al entrar en el campus de Ciudad Universitaria.
Este movimiento tuvo un final que dejó sin aliento a México: la matanza de Tlatelolco; ocurrida el 2 de octubre. Los puntos del pliego petitorio tenían como exigencia principal la libertad a los presos políticos. Sin embargo, abarcaba otros cinco puntos, que eran: la supresión de los delitos de disolución social, contenidos en los artículos 145 y 145 bis del Código Penal; la destitución del jefe y subjefe de la Policía Preventiva del Distrito Federal; indemnización a las víctimas de los actos represivos; la desintegración del Cuerpo de Granaderos; y el castigo a los funcionarios responsables de actos de violencia contra los estudiantes.
En 1999, la huelga estudiantil se alzó contra el alza de cuotas en la UNAM, debido a la aprobación del Reglamento General de Pagos, en el cual, el rector Barnés de Castro anunció que los estudiantes tendrían que pagar por inscripción y colegiatura. Debido a esto se creó el Consejo General de Huelga (CGH); ocasionando el paro más largo de la Universidad, hasta hoy en día, con una duración de 10 meses. Aunque este movimiento fue principalmente en contra de la privatización de la universidad, en el pliego petitorio se pueden observar dos puntos que abarcan el tema de la violencia, que son, el desmantelamiento del aparato represivo y de espionaje montado por las autoridades; así como la libertad de todos los presos políticos, debido a que fueron detenidos cerca de 228 estudiantes.
Por último, el movimiento estudiantil más reciente, es el que se surgió a partir de los problemas en el CCH Azcapotzalco, debido al cobro de cuotas, la falta de profesores, la eliminación de murales creados por estudiantes, así como la presencia de grupos porriles, quienes violentaron a los estudiantes. Pero sin duda, lo que detonó el paro de toda la universidad, incluyendo prepas, FES, CCH´s, y las Facultades de Ciudad Universitaria; fue el ataque porril en rectoría, donde éstos agredieron a los estudiantes que marchaban en apoyo a las exigencias del CCH. La agresión fue tanta, y la conmoción de los estudiantes fue aún más, al ver que las autoridades de la UNAM no hicieron nada para detener el ataque.
Sin duda, éste quedó marcado por la violencia que se presenció tanto en el campus de Ciudad Universitaria, como del CCH Azcapotzalco, por parte de estos grupos de choque, que más bien se encargan de servir a intereses de externos. Por estas razones, en el pliego petitorio se observa que se dedican varios puntos a resolver el problema de la violencia, uno de ellos exige que no haya ningún tipo de sanción física o académica contra cualquier alumno o profesor. En otro punto, y uno de los más importantes, se aborda el tema de seguridad, donde se exige el castigo de los culpables del ataque porril contra estudiantes el pasado 3 de septiembre; así como mayor seguridad en los planteles.
En conclusión, se puede observar una respuesta por parte del gobierno, quien arrestó a gran cantidad de estudiantes, en el caso de 1968 y 1999, lo que provocó que los estudiantes exigieran la libertad de los presos políticos. Además, estos tres
movimientos provocaron que los estudiantes de alzaran en contra de la represión por parte de las autoridades, o en el caso más actual, por parte de los grupos porriles, que, como ya se mencionó antes, son financiados por intereses ajenos para desestabilizar a la comunidad universitaria. Esta represión siempre fue acompañada de violencia; esto ha ocasionado que en todos los pliegos petitorios se aborden los puntos en contra de ésta, y hasta ahora ningún movimiento ha sido cien por ciento pacífico.
Referencias:
Gómez Nashiki, A. (1988). 1968 Cronología del movimiento estudiantil mexicano. Nexos. Recuperado de: https://www.nexos.com.mx/?p=4996
Articulistas (11 de agosto, 2018) . A cincuenta años del pliego petitorio. Siempre! La presencia de México. Recuperado de: http://www.siempre.mx/2018/08/a-cincuenta-anos-del-pliego-petitorio/
Romero, S. (2016). La huelga en la UNAM de 1999 y la vigencia de su lucha. La Jornada. Recuperado de: https://www.laizquierdadiario.mx/La-huelga-en-la-UNAM-de-1999-y-la-vigencia-de-su-lucha
Mejía, F. (5 de agosto, 2018). Surge el CNH y lanza pliego petitorio. Milenio. Recuperado de: http://www.milenio.com/politica/todos-somos-el-consejo
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