La delegación Milpa Alta, -antiguamente llamada Malacachtepec Momoxco que significa “Lugar rodeado de cerros sobre altares”– (2008, pág. 215), se compone de nueve asentamientos que hoy día se reivindican con la categoría política de pueblos originarios de la Ciudad de México. Se trata de nueve poblados de origen nahua y colonial que pueden ser definidos como “unidades identitarias que son portadoras de una clara definición histórica, territorial, económica, política y sociocultural.” (2008, pág. 9)
Se localiza al sureste de la Ciudad de México y se extiende sobre los estribos de la serranía del Ajusco-Chichinautzin. Su territorio comprende una extensión de 28 813 Has., cifra que presenta 19.2% de la superficie de la capital, siendo la segunda delegación más grande de la ciudad. “[…] El 49.3% de la superficie de la delegación lo cubre el área boscosa […] Los pastizales ocupan 18% de la demarcación, mientras que el área agrícola se extiende sobre 23.53% de la superficie delegacional”. (2013, pág. 52). Según los datos recabados del censo que se llevo a cabo en el año 2010, Milpa Alta cuenta con 130 582 habitantes, siendo la delegación menos poblada.
La demarcación hoy en día posé una importante diversidad biológica; la zona boscosa alberga gran variedad de especies arbóreas y zoológicas, algunas en proceso de extinción caso, por ejemplo, del conejo teporingo o conejo zacatuche, según se le llama en la delegación. En las zonas de cultivo se produce nopal-verdura, se cultiva forraje, maíz, frijol y una serie de legumbres que se venden en la demarcación o se consumen en el ámbito familiar.
La producción agrícola es algo que caracteriza a buena parte de la población milpaltense, los cultivos de traspatio, las milpas y la producción del nopal resaltan el paisaje rural y montañoso que presenta esta región. Parte de la economía de la población proviene de los cultivos, principalmente del nopal, actividad económica que se intensifico a partir de los años treinta del siglo XX y que hoy en día sigue vigente entre muchos pobladores.
El nopal es un cultivo perenne que brota casi todo el año, requiere de pocos cuidados y mantenimiento. La comercialización de esta verdura ha dependido, en gran mediad, de los campesinos quienes distribuyen el producto en diferentes mercados de la ciudad, como el mercado de la Merced, Sonora y la Central de Abastos, entre otros. La comunidad también cuenta con un centro de acopio que se encuentra ubicado en la cabecera municipal Villa Milpa Alta donde, llegan campesinos de diversos poblados con grandes cantidades de nopal que venden en diversas presentaciones: picado, con espinas, sin espinas, chicos medianos o grandes; al lugar acuden a comprar comerciantes de verdura de diversos mercados, tianguis o establecimientos, ya sea de fuera o dentro de la región.
También es importante señalar que este significativo cultivo ha contribuido en materia ecológica a los suelos del territorio milpaltense, ya que la región por sus extensas hectáreas de cultivo y zona boscosa que presenta, contribuye al mantenimiento y recarga de los mantos acuíferos de la ciudad, agua que finalmente se canaliza a diferentes puntos de la metrópoli, por esta razón los pobladores han luchado constantemente para que la ciudad les retribuya los servicios ambientales que presta mediante su entorno natural.
El nopal no solo representa un aspecto ecológico y económico dentro de la población, sino que también, se vincula con otros elementos de la vida cotidiana y cultural de la región, como por ejemplo, la gastronomía y la medicina tradicional, con esta verdura se preparan diversos platillos como nopales en escabeche, capeados, en salsa, se elaboran tortillas, jugos, agua, entre muchas otras cosas más, en la medicina tradicional que aun se practica en la región, es considerado como un regulador de glucosa para personas diabéticas, ayuda a mantener el control de peso y es anti-cancerígeno; no obstante, también se le ha sacado provecho para la elaboración de otros productos como cosméticos, jabones, champú, dulces, harinas, entre otros.
Año con año en el mes de junio los productores llevan a cabo la Feria del Nopal que se celebra desde 1986 donde, se efectúan diversas actividades culturales, deportivas y artísticas, pero sobre todo, se fomenta el consumo de nopal a través de la muestra gastronómica y venta de diversos productos elaborados con esta verdura.
De esta forma el nopal ha fungido como un emblema que identifica, por una parte a la población mexicana, pero por otra a la comunidad milpaltense quien comparte el sentimiento de pertenecer a un territorio con un vasto bagaje cultura, histórico y natural al cual, le han sacado un provecho muy significativo, tanto para la economía familiar y campesina como también para satisfacer otros aspectos de la vida cotidiana característica de la región.
Bibliografía.
Farfán Caudillo, M. Á. (2008). Boletin del Instituto de Investigaciones Bibliográficas. Milpa Alta: aproximación bibliográfica, vol. XIII(1-2). Ciuda de México.
Mora Vázquez, T. (Agosto de 2008). Los Pueblos originarios en los Albores del Siglo XXI.Revista DFensor(8), 9.
Wacher Rodarte, M. M. (2013). Los pueblos de Milpa Alta. Reconstruccion sociocultural, religión comunitaria y ciclo festivo. México: INAH.