No obstante, también hay elementos en contra de José Antonio Meade que pueden obstaculizar su camino a la presidencia. Uno de ellos lo comentó Ernesto O’farril, presidente de Bursamétrica, quien dijo que “El candidato tiene poca experiencia en materia política, y fuera del ámbito financiero y económico no es tan conocido, aunque cuenta con una visión social por haber sido Secretario de Desarrollo Social, tendrá que fortalecer su oratoria popular para competir con los populistas,” esto recalca la importancia de tener una vocación política para ejercer el cargo de presidente, ya que no basta con conocer una sola cara la moneda.
Asimismo, Heath mencionó que “Meade es un tecnócrata puro, que tiene que aprender mucho en materia política” ya que de otra manera descuidará esto último, cuestión que podría tornarse en su contra y desencadenar un gobierno crítico. Prueba de esto es que durante su desempeño como Secretario de Relaciones Exteriores, si bien hubo un buen manejo de las relaciones económicas, la diplomacia mexicana no destacó por intervenir en las cerradas elecciones presidenciales de Venezuela de 2013, y tampoco por asumir el rol histórico de México como intermediario entre Estados Unidos y Cuba, dejando mucho que desear en su desempeño como canciller.