El movimiento estudiantil del 68 como popularmente lo conocemos, es un acontecimiento que cada año está presente en la mente de todos los mexicanos. Lo identificamos como un suceso plagado de injusticia y autoritarismo. Representa una etapa llena de dolor y sufrimiento para una gran cantidad de jóvenes, que al querer manifestarse y expresar sus diversas ideologías, tuvieron que pagar con sus propias vidas. Fue una gran oleada de sangre inocente, que hasta la actualidad vive en un misterio de la justicia, en un olvido inducido por los medios de comunicación. Sin embargo, la mayoría desconocemos que 1960, fue una década llena de revoluciones, un proceso que no solamente se dio en México, sino en el mundo.
En aquel tiempo existía un gran descontento en la juventud que se veía influenciado por diversos movimientos sociales y culturales (feministas, ecologistas, pacifistas, la psicodelia, el arte moderno, etc.), así como movimientos políticos impulsados por el socialismo. En Estados Unidos, los jóvenes influidos por el movimiento hippie luchaban por una paz inmediata ante las protestas de la Guerra de Vietnam, en Checoslovaquia en la famosa Primavera de Praga, se buscaba modificar el régimen autoritario que existía y proliferar el socialismo, en México se daba el Movimiento estudiantil del 68 que todos conocemos, en España los jóvenes se oponían al franquismo, entre otros. Fue una década de varios sucesos que compartían la misma necesidad de manifestarse, se vivía una extrema opresión y una gran necesidad de cambio.
No obstante, el auge de los medios de comunicación tomó un papel decisivo. En algunos lugares, sirvió de inspiración para salir a las calles y manifestarse o como un medio de la libre expresión. Desgraciadamente en nuestro país, no se corrió la misma suerte. Era una época difícil, el gobierno de Díaz Ordaz acorralaba a los ciudadanos, y las protestas eran pagadas con la propia vida. Sumado a ello, México iba a ser sede de los juegos olímpicos, era la primera vez en la historia que un país en vías de desarrollo tenía esta oportunidad. Por lo que el gobierno de ese entonces, decidió mantener un estricto margen de libre expresión en los medios de comunicación. Nadie tenía que enterarse de nada. A pesar de la gran cantidad de vidas de inocentes que fueron robadas un 2 de octubre de 1968, el show tenía que continuar.
México tenía que ser el anfitrión estelar de este gran espectáculo. Un evento que dejó al pueblo desconsolado, y poco a poco fue esparciéndose en el mundo. Pero desgraciadamente, hasta el día de hoy, muy poco se conoce sobre este hecho, hecho que cambió a México de la manera más trágica y sigilosa posible.
-K. Aguilera