La disciplina antropológica se caracteriza por su singular método etnográfico de campo el cual, consiste en recabar datos que provengan directamente de la realidad concreta que analiza o estudia el etnógrafo, esta práctica histórica dentro del ámbito antropológico fue revolucionando en la medida que la disciplina fue conquistando nuevos intereses.
La historia del trabajo de campo se asocia con el estudio de las culturas exóticas o primitivas, que en un principio fue foco de interés para esta antaña disciplina, sin embargo, partiendo de la idea antropológica de que la cultura es dinámica, esta disciplina también lo fue y su metodología tomó nuevos horizontes.
En un principio el trabajo de campo consistía habitualmente en realizar expediciones, recolectar objetos y observar de manera superficial las formas de vida de estas sociedades, sin embargo, para el siglo XX los antropólogos Franz Boas y Bronislaw Malinowski le dieron un giro muy importante a esta práctica, consideraron que era necesario un estudio más profundo y detallado para tener un mayor conocimiento de las culturas que se pretendían estudiar, ahora el etnógrafo debía tener mayor interacción con los sujetos, con su cultura, debía aprender su lengua, vivir entre ellos, comprender sus formas de pensar, sentir y registrar todo aquello que pudiera observar en una prolongada estancia dentro de la comunidad, tribu o clan.
Hoy en día el método etnográfico de campo sigue siendo la pieza fundamental de la antropología el cual, se ha adaptado al estudio de las sociedades modernas. Como se mencionaba en un principio, el dinamismo cultural es algo que está presente en todas las sociedades, y como consecuencia, la práctica antropológica se ha visto en la necesidad de enfrentarse a nuevos retos que ha cogido, incluso, del ámbito más complejo de la sociedad.
Urbanidad, trabajo, violencia, genero, migración, tecnología, sexualidad, narcotráfico, globalización, ecocidio, medios de comunicación, redes sociales, entre otros, son temas que han despertado un fuerte interés por la investigación antropológica, no obstante al mismo tiempo, algunos de estos factores han sido obstáculo para el buen desenvolvimiento y desarrollo académico, por ejemplo, en algunos países de Latino América como México, Colombia, Salvador, Guatemala, por mencionar algunos, la presencia del narcotráfico ha limitado el desarrollo de la investigación científica en las ciencias sociales, el clima de violencia que se vive hoy en día ha imposibilitado la recolección de datos etnográficos y la construcción del pensamiento crítico en relación a estos sucesos, por ejemplo, muestra de ello es el caso publicado por la jornada (2008) del compañero Éric Omar Cipriano de 25 años de edad, estudiante en Antropología Social de la Escuela Nacional de Antropología e Historia quien fue hallado muerto el 11 de julio de 2008 en Maruata Michoacán, lugar donde se encontraba realizando trabajo de campo, hecho que se asocio al crimen organizado.
Si bien el narcotráfico no es el único factor que ha limitado el campo antropológico, la catastrófica guerra contra el crimen organizado, la represión y acoso contra estudiantes y organizaciones autónomas por parte del Estado, son otros factores que han intervenido en el debilitamiento del trabajo de campo; desapariciones, muertes, presos políticos, secuestros y violaciones, han cimentado un ambiente de miedo entre la comunidad académica y científica lo cual, ha ocasionado que la antropología abandone algunos campos para retomar otros.
Hoy en día el quehacer antropológico ha mirado hacia otros horizontes, con el creciente uso de la tecnología, del Internet, redes sociales u otros espacios electrónicos y realidades virtuales, ha buscado llegar a nuevas formas de interpretar el mundo, de comprender las relaciones sociales que emanan de la ciber-cultura; el antropólogo ha encontrado en estos espacios una forma alternativa de enfrentar las adversidades de la vida académica, no solo con la intensión de evadir las realidades sociales, sino también, con la finalidad de explorar nuevos campos que pueden ser comprendidos desde la perspectiva antropológica, sin embargo, el trabajo de campo, es un factor fundamental que debe ser repensado y cuestionado en términos prácticos, por una parte, resulta importante indagar en los desafíos que hoy en día exteriorizan las problemáticas sociales para la práctica antropológica, por otra parte, se debe cuestionar la forma en que esta disciplina se ha apropiado de otros campos de estudio como son los ciber-espacios donde el trabajo campo ha jugado un papel fundamental el cual, ha generado un constante debate entre el ámbito académico y científico donde constantemente se cuestiona sobre su aplicabilidad en modelos virtuales.
Bibliografía:
El correo (2008) “Protestan por la violencia desatada en la lucha contra el narco”. En La jornada, edición electrónica <http://www.jornada.unam.mx/2008/11/03/index.php?section=opinion&article=002a2cor>