Ya ha pasado un año desde lo acontecido por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y, como pudimos darnos cuenta, las redes sociales fueron un punto fundamental en la difusión de la información. Lo anterior se debe a que mantenían a la gente al tanto de lo que estaba sucediendo alrededor de la ciudad y permitían que los usuarios pudieran checar fácilmente qué se necesitaba en las zonas de derrumbe o en los centros de acopio. Con esto en mente, considero que es importante conocer las funciones que nos ofrecen Twitter y Facebook en caso de emergencia.
Por un lado, tenemos que Facebook activa el Chequeo de Seguridad y el Centro de Ayuda Comunitaria. El primero ayuda a que los usuarios puedan avisar a su red de amigos que se encuentran bien y, el segundo, ofrece un espacio donde todos los usuarios que conforman la comunidad son capaces de comunicarse para prestar o solicitar algún servicio (comida, transporte, hospedaje, etc).
Para mí el Chequeo de Seguridad fue muy útil, puesto que tengo familiares y amigos
viviendo en otros países y, gracias a que se abrieron las líneas de telefonía móvil y
se estuvieron compartiendo las contraseñas de Wi-Fi, pude publicar rápidamente mi
situación, por lo que ellos sabían que me encontraba a salvo.
En el caso de Twitter ocurren tres cosas: presenta una lista de seguimiento
sugerido, se encarga de posicionar, directamente, las tendencias y actualiza más
rápido el timeline de cada usuario, lo vuelve más dinámico. El primero se refiere a
que nos aparecerán usuarios que sería importante seguir, como lo puede ser el
Servicio Sismológico Nacional, Protección Civil, la Secretaría de Marina, etc. El
segundo, tiene que ver con las 10 temáticas que el equipo de Twitter considera que
son las más relevantes para el país y, el tercero, logra que no te aparezcan
publicaciones mayores a las 24 horas.
En mi caso, estuve en zonas cero y centros de acopio, por lo que el dinamismo en
el timeline me ayudó a saber en qué parte se necesitaba apoyo, por dónde podía
moverme y qué debía llevar a cada lugar.
Lo antes expuesto nos deja ver que las redes sociales son una herramienta a la que
le podemos sacar mucho provecho, si aprendemos a utilizarlas, en situaciones
como el 19-S. Menciono lo anterior porque favorecieron una comunicación más
rápida y con mayor alcance, hicieron más eficaz la ayuda, es decir, la gente sabía
a dónde ir y qué llevar, con ellas fuimos capaces de acceder a información que no
estuviera sesgada por los medios de comunicación tradicionales y nos fue muy fácil
verificar lo que se difundía (siguiendo sitios oficiales o la página de Verificado 19S),
por tanto, es indispensable estar informados sobre las diversas funciones con las
que cuentan todas las redes y plataformas digitales que utilizamos a diario para
poder potenciar su uso.
Aunado a esto, quiero poner en claro que no pretendo dejar atrás los grandes
problemas que trajeron las redes sociales, como lo fueron las noticias falsas, las
cadenas alarmistas, los focos de atención que desviaban la vista de lo
verdaderamente importante (como lo fue la perrita Frida y la niña Frida Sofía en el
Rébsamen), el excedente de materiales que hubo en las zonas cero debido a la
gran difusión de las listas de necesidades, etc. Debido a esta situación, quisiera añadir que, de igual manera, debemos ser responsables al usar las redes sociales y ser extremadamente cuidadosos con lo que compartimos, por lo que es de suma importancia tener una actitud crítica y una disposición a estar constantemente comprobando la veracidad de la información.
Alba Udave Jackeline